Fue entonces cuando ella, sólo de esa forma se atrevió a decir esas palabras que jamás habían pronunciado sus labios, sólo a aquellos cercanos. Sólo mientras le veía dormir y descansar, acariciándole el cabello, con mariposas en el estomago y un tenue temblor en su cuerpo, con una voz que apenas si logra percibirse: te amo. En eso él hace un ademán que parece despertarlo y haciéndola estremeserce